MITOS Y VERDADES ACERCA DE LA KUNDALINI
Es cierto
que existen definiciones bastante mitológicas que advirtien a cerca de lo
peligroso del manejo de esta energía. Normalmente son artículos publicados por
personas que no tienen ningún conocimiento práctico al respecto y que movidos
por la morbosidad, deciden escribir a cerca de algo que suscita interés sin ni
siquiera saber de que están hablando realmente.
Veamos que dice la
wikipedia al respecto
“En el marco
del hinduismo, la kundalini es una energía invisible e inmedible representada por una serpiente (o a veces por un dragón), que duerme enroscada en el muladhara (el primero de los chakras —los siete círculos energéticos—, que está ubicado
en la zona del perineo). Se dice que al despertar esta serpiente, el yogui
controla la vida y la muerte.
Varias doctrinas
utilizan este concepto de la kundalini: el yoga, el tantra, el budismo, el taoísmo, el sijismo y el gnosticismo.”
Wow!! No me
extraña la cara que traen los pobres después de leer esto…. Y mira que les
advierto, no racionalicéis las enseñanzas, no os sobrecarguéis de información,
simplemente ten tu propia experiencia, mantén los pies en la tierra y utiliza
lo que aprendes aquí en tu día a día…
El hinduismo está
repleto de simbolismos e imágenes mitológicas para representar su visión del
mundo. Es una forma de entender la vida muy distinta a la nuestra, pero
que cuando somos capaces de comprender, quedamos fascinados por su belleza.
El oriental tiende a ver la vida con el ojo del alma y el occidental no
sabe ver más allá del plano físico. Son dos formas diferentes de describir una
misma realidad.
No pretendo hacer
aquí una disertación a cerca de las verdades y mentiras de oriente y occidente.
El tema aquí es la energía Kundalini en el plano yoguico. Yo únicamente puedo
hablaros de mi propia experiencia a través de la práctica de kundalini
yoga como lo enseñó Yogi Bhajan. Siempre desde mi humilde punto de vista
occidental, sin caer en misticismos.
Os puedo decir que
jamás he visto luces de colores, no he tenido alucinaciones ni experiencias
extrasensoriales de salirme del cuerpo, espasmos nerviosos o nada parecido. No
puedo ver el aura de la gente. Ni siquiera entiendo muy bien qué es eso de “abrir
el tercer ojo”. Tal vez fumé demasiados porros en la juventud y tengo la
pituitaria seca como el cemento. Para mi, Kundalini Yoga ha sido y es la
herramienta para transformar mi vida. La disciplina que me permite tener una
experiencia real de mi infinitud. La tecnología que empleo para desarrollar
todo mi potencial y vivir mi excelencia. Esa experiencia de “despertar la
Kundalini” descrita en palabras, resulta difícil de entender para aquellos que
no la han vivido. Mi madre, por ejemplo, cree que ando metida en una secta. Me
dice que estoy loca cuando le hablo del poder creativo infinito interior, de la
fuente inagotable de prosperidad, de la felicidad como derecho de nacimiento o
de la capacidad de todo ser humano para vivir su destino más alto. Ella
permanece dormida en un profundo sueño del que no se atreve a despertar por
miedo a lo desconocido. La Kundalini es conciencia, y la conciencia es amor.
Donde hay amor no hay miedo. Donde no hay amor no puede haber conciencia.
Por lo tanto, el primer paso en Kundalini Yoga es el amor, la
devoción, lo que los yoguis llaman bhakti. Para mi fue fácil conectar con
esa energía porque la devoción la traía de serie. Con ocho años ya escribía
cartas anónimas de amor a desconocidos. Otros necesitan pasar por una
experiencia dolorosa en la vida que les haga reaccionar.
El caso es que
todo el mundo parece coincidir en que Kundalini Yoga te llega cuando te tiene
que llegar. Conectas con esa energía y decides emprender el viaje de tu vida.
Caminos hacia el despertar hay muchos, pero ninguno es tan directo como éste.
Rápidamente adviertes que la vida no es lo que nos quieren vender los
medios de comunicación, reconoces la divinidad en tu interior, te das cuenta de
que hay mucho más allá de lo que ven tus ojos físicos, aprendes a relativizar
los dramas de la vida, adquieres capacidad para discernir a cerca de lo que es
mejor para ti, te vuelves creativo, soberano y hacedor de tu propia vida.
El camino es largo
porqué en el engaño del ego vas y vienes, vienes y vas. Es un proceso de
continuo crecimiento y la experiencia varia a lo largo de las diferentes
etapas. En una sola clase puedes tener una experiencia de lo que supone elevar
la kundalini. Dar una ráfaga de energía a todos tus chakras y abrirlos para
adquirir claridad mental y una expansión del ser. Esto se experimenta como un
sentimiento de felicidad, gran entusiasmo y vitalidad. Pero ese efecto no dura
para siempre. Si sales de clase y te vas de bares, o llegas a casa y te peleas
con tu marido, te enfadas y gritas a tus hijos, o te cenas un chuleton con una
copa de vino, de seguida te vendrás a bajo. Por suerte siempre nos quedará la
tecnología para limpiarnos en la siguiente clase.
Afortunadamente,
cuando adquieres un compromiso continuado con la práctica, casi sin darte
cuenta, tus hábitos empiezan a cambiar, te apetece rodearte de ambientes
elevados, comer sano y disfrutar de las relaciones con amor. Comienzas a ser tu
mismo. Y si realmente te van los desafíos, huyes de la mediocridad y eres
ambicioso contigo mismo, tendrás todo aquello que te pertenece.
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