¿POR QUÉ EN KUNDALINI YOGA HACEMOS PRANAYAMAS?
Desde un punto de vista yóguico, respirar con
alguna intención transmite más oxígeno a la sangre, y al cerebro, y ayuda a
controlar el prana, o energía vital. También contribuye a alcanzar el estado de
meditación.
No es magia, lógicamente; los efectos tienen
una explicación médica: el cerebro requiere un adecuado suministro de oxígeno
para llevar a cabo todas sus capacidades. Además, una respiración adecuada
ayuda a eliminar los productos de desecho y toxinas presentes en nuestro
organismo, y purifica el torrente sanguíneo. Para que la respiración surta
efecto, ha de ser pautada y hay que concentrarse en ella; tiene que ser
profunda, calmada y aprovechando toda la capacidad que tienen los pulmones.
Ahora ¡Inhala y exhala!
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