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El SISTEMA INMUNOLOGICO Y LA VIDA MODERNA

 

En las últimas cinco generaciones el ser humano se ha visto sometido a cambios muy rápidos desde todos los puntos de vista, desde la forma en cómo nos movemos, como nos alimentamos y por supuesto, un aumento en el número de estímulos que recibimos del mundo externo. Muchos de los sistemas que la evolución ha diseñado durante millones de años, van a responder de una manera determinada a los estímulos del medio ambiente, a las emociones y pensamientos. Hoy en día los países desarrollados padecen diversas afecciones crónicas no transmisibles de características pandémicas, como afecciones cardiovasculares,obesidad, diabetes, patologías autoinmunes, alteraciones por los tratamientos médicos a base de fármacos, con la particularidad de una mayor incidencia de estas enfermedades en poblaciones más jóvenes. Otra de las situaciones que llama la atención es que la mayoría de los médicos dicen con más frecuencia que esas afecciones son causadas por el estrés.

 

Ahora antes de continuar te pregunto, ¿qué es realmente el estrés?

Te puedo decir que es un sistema fisiológico donde intervienen el sistema
neurológico y el sistema endocrino, cuya función es percibir señales de
peligro tanto reales como potenciales, que se activa con el propósito de
dar energía al cuerpo físico y así poder encontrar solución a ese peligro
potencial o real. Este sistema como percibe el peligro, se va a encargar de
activar el sistema que nos protege, y ese es el sistema inmunológico,
teniendo en cuenta de que pudiera haber un daño o lesión mientras afrontas ese peligro.

Entonces si es un sistema que nos da energía y nos ayuda encontrar
soluciones, ¿cuál es el problema que tiene? ¿Por qué nos está
matando? El verdadero problema no es que se active, sino el tiempo
que se activa. Para sorpresa de muchos, este es un sistema que está
diseñado para mantenerse activo no más de 36 horas, si este se
mantiene activo más de 36 horas, podría haber consecuencias para el
cuerpo, debido a que este sistema perdería su ritmo, lo que llevaría a
una actividad constante de la glándula suprarrenal, encargada
de la respuesta de estrés a través de la hormona de Cortisol y los
neurotransmisores:  adrenalina y noradrenalina, y a su vez una actividad
constante del sistema inmunológico.