EL
ENFOQUE DE LOS OJOS: LA MIRADA INTERIOR
En
Kundalini Yoga, durante los ejercicios y las meditaciones, muchas veces tenemos
instrucciones específicas acerca del enfoque de nuestros ojos. El punto de
concentración más común es el tercer ojo, pero podemos enfocarnos también en la
punta de la nariz, el mentón, el séptimo chakra, el mentón o permanecer con los
ojos entreabiertos.
Según las antiguas escrituras yóguicas estas
técnicas se llaman Drishta, y fueron desarrolladas porque el enfoque de los
ojos favorece la concentración y profundiza el estar consciente del aquí y
ahora. Cada punto tiene una importancia y una función específica, ya que el
lugar donde dirigimos nuestra mirada a ojos cerrados estimulará meridianos y
partes específicas del cerebro y de nuestro sistema glandular. Vamos a dar un
recorrido para descubrir los efectos de cada punto.
Es el enfoque en el entrecejo, y los ojos se
convergen suavemente en la raíz de la nariz, estimulando así la glándula
pituitaria, y fortaleciendo nuestra intuición. Estamos trabajando también el
sushmana, el canal central nervioso, moviendo energía a lo largo de este canal
fortalecemos nuestra aura.
La punta de la nariz – Agiaa Chakra Bandh
Es llamada también punto de loto, consiste en
llevar la atención de los ojos a la punta de la nariz. De esta manera
estimulamos la glándula Pineal y el lóbulo frontal del cerebro y eso produce
cambios químicos cerebrales. Puede suponer alguna dificultad para quien recién
empieza con la práctica del Kundalini, porque supone un estiramiento del nervio
óptico. Si sientes cansancio al practicar este enfoque, puede ser que tus
músculos oculares necesiten más prácticas para acostumbrarse a sostenerlo, así
que relaja la mirada, respira y cuando lo sientas vuelve al enfoque.
Centro lunar
Consiste en llevar la atención de los ojos al
mentón con los ojos cerrados y hacia abajo. Genera calma y serenidad, como la
energía de la luna, favorece la introspección y una visión más clara de si
mismo.
Coronilla
Enfoque con los ojos cerrados y girados hacia
arriba, dirigidos al tope de la cabeza. Estimula la glándula pineal y el
séptimo chakra, estimulando su apertura.
Ojos abiertos en una décima parte
Consiste en relajar los párpados, los ojos
están abiertos únicamente una décima parte (la llamada “mirada del Buddha”), y
el enfoque será él que especifique la kriya o meditación, podría ser el mudra
de las manos, la punta de la nariz o ninguno en específico. Esta mirada nos
proporciona equilibrio y calma. Permite a tu sistema de permanecer abiertos a
los cambios que produzca la meditación o el pranayama.
Como todas las posturas, los enfoques oculares
necesitan práctica, pero son una poderosa herramienta para mantener nuestra
mente presente y nuestra mirada hacía adentro.
¡ Disfruta de tu paisaje interior!
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